2 Corintios 4:7
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder de Dios no provenga de nosotros.”
Jesús es el cántaro, el Camino, la Verdad y la Vida. Lo que me viene a la mente cuando pienso en este versículo es que somos vasos de barro en los que se vierte el Espíritu Santo y la preciosa sangre de Jesucristo, que es nuestra salvación, así como Su cuerpo que fue partido por nosotros. Habría sido igual de fácil o válido quizás poner tesoros, oro o gemas invaluables en estos vasos, pero para mí esta interpretación, con los vasos llenos de vino (la sangre de Jesús) y comida (el cuerpo de Jesús), es mucho más adecuada.
Versos de apoyo:
“Y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.” Asimismo, después de haber cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí.” -1 Corintios 11:24-25